El lavabo suspendido, realizado con el material Onice Black, se convierte en la pieza central del diseño de este baño. Su presencia dota al espacio de una elegancia contemporánea y una sofisticación que se percibe en cada detalle.
El negro profundo y envolvente del Onice Black aporta carácter y serenidad, actuando como un elemento escultórico que define la atmósfera. Las delicadas vetas doradas que recorren su superficie introducen un matiz cálido y exclusivo, en perfecta sintonía con los accesorios en latón cepillado, como el grifo, las lámparas de pared, el desagüe y las patas del mueble inferior. Esta combinación de tonos metálicos acentúa el equilibrio visual y refuerza la sensación de lujo.
El gran espejo ovalado amplía la perspectiva del espacio, mientras que la iluminación con globos de cristal ámbar realza los reflejos dorados del material, envolviendo el conjunto en una luz suave y sofisticada. Los toques de madera natural en el mobiliario base aportan un contrapunto cálido, creando un ambiente armónico y contemporáneo.
El resultado es un baño donde el diseño y la materia se funden en perfecta armonía. Onice Black no solo reviste un elemento funcional, sino que eleva el espacio a una expresión de lujo atemporal y elegancia escultórica.
